A principios de los años ochenta, cuatro adolescentes del Fairfax High School de Los Ángeles se subían a un escenario para un único concierto. Dos de aquellos chicos –Anthony Kiedis y Michael Balzary ‘Flea’– formaron el núcleo germinal de los Red Hot Chili Peppers, una de las bandas más salvajes e irreverentes de la historia de la música.