Además de una propensión innata por la teatralidad y una voz única, de su personaje excesivo, irónico e intencionadamente provocador se han señalado siempre características que poco tenían que ver ni con el hombre ni con el artista. En general, los comentarios se han inclinado por el cotilleo sobre aspectos de su vida, más que por su música. Peor, y más frecuente, ha sido la poca atención que se le ha prestado en tanto que músico excelente.