El hombre y sus cuerpos explora la idea de que el ser humano está compuesto de varios cuerpos o vehículos, cada uno de los cuales corresponde a un plano diferente de existencia. Besant describe estos cuerpos como el físico, aquel que percibimos con nuestros sentidos físicos, el que nos permite interactuar con el mundo material; el astral, el que interactúa en el plano de la emoción y los deseos; el mental, que se utiliza para el razonamiento y la resolución de problemas en el plano terrenal; y el espiritual, el aspecto más elevado, el vehículo del alma y la conciencia espiritual.