Leer este palimpsesto es recuperar una herencia que se ha nutrido, como esas moles gigantescas e inmemoriales, de las voces, los silencios y las escrituras de quienes las recorrieron antes, y de quienes hoy las volvemos a descubrir, mientras viajamos fascinados por estos paisajes de resplandor y sombra, que son el territorio de la poesía? palabras de Yolanda Reyes.