La razón de este libro es responder al litigante en derecho penal las siguientes preguntas: ¿por qué el legislador no quiso que la prueba fuera desahogada por otra autoridad que no fuera el juez? ¿Por qué nuestro constituyente teme la prueba policial? ¿Por qué, si la investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público, el constituyente no cree en la prueba que este fiscal ofrece al juez? ¿Se trata de política criminal, o desconfianza ante el órgano acusador? La prueba anticipada no es una figura mexicana.