En esta obra el autor propone un iusnaturalismo renovado. lo plantea a partir de la tradición aristotélico-tomista, en dialogo con la filosofía analítica, la filosofía pragmática y la hermenéutica. De la tradición analítica recupera la idea de los derechos morales, a la que trata de acercarse, en el sentido de que no son derechos positivos. De la filosofía pragmática y hermenéutica recoge la exigencia de preservar la universalidad de los derechos humanos sin traicionar el contexto particular en que se dan.