En los últimos 10 ó 20 años la sociedad ha sido testigo de muchos casos, sobre todo de indígenas —ese fue su delito, ser indígena—, que han sido procesados y sentenciados a largas penas, por delitos que no cometieron, sino que sus procesos han obedecido a coyunturas políticas o intereses de grupos antagónicos, y luego de pasar algunos años en la cárcel, a instancias de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se les ha declarado inocentes...