Sabía que venderían su mano en matrimonio.
Pero no podía imaginar que el príncipe de los fae sería el comprador.
Katria juró que nunca se enamoraría. Ya sabe lo que significa el «amor» gracias a la crueldad de su familia. Por ello, cuando la entregan en matrimonio al misterioso Lord Fenwood por un buen precio, lo único que desea es tener una vida mejor que la que deja atrás.