Mientras Elayne y Nynaeve, con la ayuda de Detectoras de Vientos y las Allegadas, ponen en funcionamiento el Cuenco de los Vientos, Perrin se encuentra en Ghealdran para conseguir que la reina Alliandre respalde públicamente al Dragón Renacido.
Rand continúa en Illian, intentando pacificar el paós, cuando recibe la noticia de que los Shaido están esperando el caos provocado por los Juramentados del Dragón.