En Ketterdam, la ciudad de los mercaderes y los ladrones, hay una guerra abierta. Múltiples bandos están jugando todas sus bazas para lograr el control absoluto de la jurda parem, y con ella, el de un imparable poder Grisha. Mientras, Kaz solo piensa en una cosa: venganza. Contra quienes pusieron su vida en peligro, contra quienes le engañaron, contra quienes lo convirtieron en lo que es. Tiene un plan en marcha, uno que va a hacer aún más peligrosas unas calles que ya eran un campo de batalla.