Darling Seabreak no recuerda nada de lo sucedido antes del asesinato de su familia a manos de la Casa Dragón, pero sabe que le debe la vida tanto al poder de su bendición del Caos como a la Casa Kraken por liberarla de las alcantarillas donde pasó su infancia.
Así que, cuando su padre adoptivo Kraken es capturado en una batalla, Darling jura salvarlo, incluso si eso significa matar a todos y cada uno de los miembros de la Casa Dragón.