Walt Withman empezó este diario a fines de 1862, en pleno fragor de la guerra de secesión que asoló los Estados Unidos de América. A su condición de poeta, Withman sumaba la de periodista, por eso estas páginas están tocadas por la sensibilidad del artista, pero también por la inmediatez y el rigor informativo de quien participó activamente en los hechos de unos días memorables y quiso dejar constancia de ellos con unos apuntes tomados a vuela pluma sobre el terreno.