En 1872, Phineas Fogg, acaudalado caballero londinense obsesionado por la puntualidad, pacta una apuesta donde pone en juego la mitad de su riqueza.
Acompañado por Picaporte su sirviente, parte de Londres a fin de comenzar una increíble carrera contra reloj: dispone de 80 días para darle la vuelta al mundo ya sea por aire, por mar o por tierra.