EN UN CONVENTO CASTELLANO DE FINALES DE SIGLO XIX, LA COMUNIDAD DE MONJAS DE CLAUSURA CELEBRA LA ONOMÁSTICA DE SU SUPERIORA, OBSEQUIÁNDOLA CON UNA POESÍA. TÁMBIÉN RECIBE LA VISITA DEL MÉDICO, DON JOSÉ, QUE LE DIAGNOSTICA UNA ENFERMEDAD CON MAL PRONÓSTICO.
POCO DESPUÉS LA HERMANA TORNERA RECOGE UNA PRECIOSA NIÑA QUE HA SIDO ABANDONADA A LAS PUERTAS DEL CONVENTO Y EL MÉDICO, A PESARDE SER SOLTERO. SE OFRECE A ADOPTARLA LEGALMANTE Y CEDERLA COMO PUPILA AL CONVENTO. AÚN CON LAS RETICENCIAS DE LA MADRE VICARIA, LA SUPERIORA ACCEDE A ESTA OPCIÓN Y LA PEQUEÑA TERESA ES ADMITIDA EN LA CONGREGACIÓN, AUNQUE EL MÉDICO SE VE EN LA OBLIGACIÓN DE ADVERTIRLA QUE NO VIVIRA PARA VERLA CRECER.