En uno de sus ensayos, Unamuno escribe que la esencia del hombre no es sino el esfuerzo que pone en seguir siendo hombre, en no morir.
Y es esta lucha lo que impulsa u da vida a Augusto Pérez, el personaje de su novela cumbre -o mejor dicho, nivola - niebla. En un principio Augusto se enamora de una mujer que apenas conoce y a la cual idealiza de una manera casi quijotesca.