Hace falta un muchacho es un clásico exponente del género didáctico; dirigido sobre todo a los adolescentes, es una guía para educar la inteligencia, despertar la voluntad y modelar el carácter. También, inculca el amor al trabajo, estimula el estudio, infunde la lealtad tanto a la patria como a la familia, provoca sentimientos de caridad y altruismo, fomenta lo mismo ideales que perseverancia, para además de enfrentar con sabiduría y con coraje la vida, llegar a ser personas probas, leales y con valores cívicos.