Dominic Davenport se convirtió en el rey de Wall Street a base de sangre, sudor y lágrimas. Lo tiene todo: una enorme casa, una hermosa esposa y más dinero del que podría gastar en su vida.
Alessandra Davenport ha desempeñado el papel de esposa perfecta durante años. Acompañó a su marido mientras construía su imperio, pero ahora que ha llegado a la cima, se da cuenta de que ya no es el hombre del que se enamoró.