Comentado por Napoleon Bonaparte, las motivaciones fundamentales del hombre son el egoísmo, la ambición de poder, el deseo de honores y el espíritu de lucro. Siendo así, razona Maquiavelo, el político realista debe orientar su acción a estimular y gratificar tales motivaciones si quiere conquistar y retener el poder. El político realista, salasen el autor, no debe repara en escrupulos morales si quiere consolidar su situación.