"Hay algo inefablemente conmovedor en la naturaleza de San Petersburgo, en el momento en que estallan con toda su potencia resplandece por la belleza de su cielo y sis flores brillan en toda su plenitud de matices. Casi me recuerda a una de esas muchachas tísicas y enfermizas que contemplamos a veces con piedad, tal vez con amor, que en diversas ocasiones nos pasan desapercibidas pero que, de improviso, encontramos tan bellas."