Una terrible masacre. Una clase política sin escrúpulos. Un sicario convertido en protector. Ocurrió en una fiesta infantil de clase alta; la llamaron ?la Masacre de la Piñata?. De un día para otro la matanza se volvió sensación en los medios y luego pasó a ser una de tantas que se vuelven triviales y se olvidan. Pero algo no está bien en la versión oficial sobre los hechos. Los datos no cuadran.