La rápida urbanización ha mostrado una multitud de efectos en las ciudades, poniendo al descubierto varios problemas relacionados entre sí: el crecimiento demográfico; la relocalización de los empleos; el desplazamiento del centro de negocios hacia el exterior del centro histórico; la distribución geográfica de la vivienda según los recursos económicos de sus ocupantes; los problemas del transporte público y privado, las presiones de incremento de demanda de transporte a largo plazo.