Después de la muerte de su pequeño hijo, Ebba y Mårten se trasladan a la isla de Valö donde se instalan en una granja en la que vivió la familia de Ebba hace muchos años.
Pero la tragedia los acecha, y un incendio, a todas luces provocado, saca a relucir la historia siniestra que pesa sobre la granja: hace treinta años, toda la familia de Ebba desapareció sin dejar rastro, sólo sobrevivió ella y desde ese momento cada día de su cumpleaños recibe una misteriosa felicitación firmada con una simple G.
El detective Patrik inicia una investigación, y Erica, siempre en busca de material narrativo, comienza a indagar sobre la historia de la granja por su cuenta.