La presencia de diversos personajes, como una abuela furibunda y su hermana «libertina», salpica de humor, pero también de fragilidad, las páginas de esta obra que se borda entre el sueño y la vigilia. León de Lidia es un libro inclasificable con historias autónomas, un cuaderno de imágenes y dibujos, una colección de retratos familiares o imaginarios y, sobre todo, una conmovedora novela fragmentaria en la que Myriam Moscona asume las marcas de su singularidad estética.