Juvenilia son las obras de juventud de Jane Austen, escritas desde 1787, cuando tenía tan sólo once años, hasta 1793, cuando tenía diecisiete. El temor de que la singularidad y la aguda ironía de estos escritos juveniles pudieran dañar la imagen de la escritora impidió su difusión durante mucho tiempo, pero tras las primeras publicaciones a principios del siglo XX, Virginia Woolf expresó su sorpresa y admiración por ellos.