Después de haber alcanzado en Europa un gran éxito profesional y mediático George Dryer (Gerard Butler), un apuesto ex-jugador de fútbol venido a menos, viaja a los Estados Unidos con la intención de reconciliarse con su ex-mujer (Jessica Biel) y con su hijo, que viven en Virginia. Al tener que empezar de cero, sin trabajo y con poco que hacer, George decide entrenar al equipo infantil en el que juega el chico, para disfrute de las madres del colegio.