¿Será este libro lúgubre, melancólico, casi incomprensible como son las líneas de su prólogo? No, seguramente no; al menos no es mi intención otra que tomar de las cosas, de los tiempos, de los hombres, algunas semejanzas, y reunir el concepto en unas cuantas hojas de papel. ¿Es necesario retratar exactamente a una o más personas?