En 1992, las facciones francocanadienses reavivan la lucha para obtener la independencia de Quebec, y la bella y salvaje Veronique Fortin, hija de un radical separatista condenado por el secuestro y asesinato de un prominente político en 1970, ha abrazado la causa de su padre. Así que es la más sorprendida al enamorarse de James Phénix, un periodista de descendencia francocanadiense que se opone al separatismo de Quebec.