Igual que Ulises emprendió el regreso desde una Troya derrotada a su hogar en Ítaca, y en su periplo encontró obstáculos y tentaciones, la voz que se escucha en estos poemas también intenta «pese a las dificultades» volver a un lugar que reconoce como suyo: Topanga, que aquí no significa casa sino exilio, sitio de paz para reconectar con todo. En su primer libro de poemas, Enrique Bunbury ha escrito la particular historia de ese viaje.