En la literatura hay personajes cuya sola mención nos hace evocar mundos de ensueño y fascinación. Sherezada es uno de ellos. Y Edgar Allan Poe no pudo sustraerse al encanto que la hermosa hija del sultán despierta en las mentes de los lectores desde hace siglos. Para Poe, las 1,001 noches de relatos de la princesa necesitaban un corolario que coronara la inmensidad de la obra, así que ideó un cuento más, uno que superara en imaginación e inventiva todos los relatos previos.