Roberto Hart Ibáñez, jefe de un poderoso cártel mexicano de la droga, invita a Juan, un viejo amigo, a unirse al negocio. Juan y su grupo de sicarios se encargan de limpiar de enemigos el territorio por donde pasa su mercancía.
Él está enamorado de Brenda, una ex guerrillera nicaragüense, que trabaja primero para Tomasito Aranda, el Profeta, un contrabandista y líder espiritual, y luego para don Roberto, quien le brinda protección.