¿Qué pasaría si una amistad forjada en la guerra marcase una vida para siempre?
En 1943 Irene Woodward huye de Nueva York y de su mezquino prometido para alistarse en la Cruz Roja y poner rumbo a Europa. Durante su formación entabla amistad con Dorothy Dunford una mujer del Medio Oeste poseedora de un apabullante ingenio.