Elsa Cross sitúa a Bomarzo en un ambiente en que los sueños, el vacío, los límites del lenguaje y del sentido, las conversaciones y los lugares evocados toman el primer plano. Este ambicioso y estremecedor poema es otra forma del viaje, exploración que descubre, un día cualquiera, que todo está en su sitio y que ese sitio es aquí. Con Bomarzo, Elsa Cross corrobora la profundidad y la claridad de su voz impar, una de las más destacadas del panorama poético actual.