Una vez más, el autor nos hace disfrutar de la historia de México conociendo sus entresijos carnales y sus pasiones.
«Una prueba para demostrar que no me dejé impresionar por los comentarios adversos ni me importó que me llamaran irreverente, entre otros calificativos, por haberme atrevido a bajar de sus respectivos pedestales a los grandes protagonistas de la historia de México y por exhibirlos como figuras de carne y hueso con sus fortalezas y debilidades [...] Aquí está Arrebatos carnales II.»