El día de su boda, Carmen deja plantado a Dionisio. Él logra sobreponerse gracias a su vocación por la cocina, que con el tiempo le permite abrir un concurrido restaurante llamado Armablanca. Sin embargo, años después, en pleno movimiento estudiantil de 1968, Carmen reaparece inesperadamente y le pide a su viejo amor que esconda a su marido, un reconocido escritor perseguido por causas políticas.