Una apacible y calurosa tarde. Alicia se aburría sentada a la orilla del rió, así que decidió seguir a un misterioso conejo blanco. Lo siguió hasta su madriguera, y Alicia cayo en un mundo sin sentido donde conoció a un loco sombrerero y a un sonriente gato que desaparecía, los cuales formaron parte de su emocionante aventura.