En esta extraordinaria obra, la imaginación, la ironía y la gracia sutil de la protagonista, Alicia, ubican al lector en un paraíso aún no ordenado según las normas que la vida social obliga acatar a todos. Ese paraíso está regido por la libertad más absoluta: la del sueño; por esa pureza de la mirada capaz de convertir al mundo en una reflexión sobre la posibilidad de experimentar otros sentidos, otras sensaciones más profundas.