Durante una excursión a un faro en la isla de Skye, en las Hébridas, la familia Ramsay narra sus vivencias. Desde esta idea tan sencilla, basada en los recuerdos infantiles de los veranos que la autora pasó en la costa de Cornualles y centrada en la figura de la madre, la novela gira en torno al tema de la inexorabilidad del paso del tiempo y a la contraposición entre el orden y el caos.