Tanee tiene ocho años y no sabe leer. Aunque su hermana mayor le da consejos y la señora Puntocom programa lecciones precisas en su port-hop, no logra descifrar lo que dicen los empaques de sopa. Un día, cuando decide conocer las ruinas de Elbarrio -una deshabitada y peligrosa zona en la que emerge un edificio singular-, encuentra un extraño objeto.