Cuando encuentran el cadáver del famoso abogado afroamericano Howard Elias dentro de Angels Flight, un funicular del centro de Los Ángeles, no hay ni un detective en la ciudad que quiera llevar del caso. La especialidad de Elias eran las querellas en las que alegaba brutalidad policial, racismo y corrupción, de modo que todos los agentes del Departamento de Policías de Los Ángeles son posibles sospechosos de su muerte.