Mucho antes de que existiera la civilización, ya existían los dioses. Y antes que los dioses existía la tierra, los cuerpos celestiales, el aire encarnado.
Son los Anemoi, los Cuatro Vientos, que han sido desterrados a los cuatro extremos del mundo. Brielle de Thornbrook ha dedicado su vida a la abadía. Pasa los días forjando hierro y estudiando el Texto, como parte de su preparación para convertirse en acólita; una de las pastoras del Padre.