Niebla sobre Nueva Orleans: Llega desde el golfo de México, una niebla tan espesa, tan sofocante, que alguien que la atraviese podría llegar a pensar que los dioses han condenado al mundo a las tinieblas.
Pero una ambulancia con un irritante aullido se abre paso a través de la asfixiante neblina con infalible facilidad.