Henrietta no necesita una profecía para saber que está en peligro. Llegó a Londres y la nombraron la elegida, la que se enfrentaría a los Antiguos. Pero descubrió que la ciudad estaba plagada de secretos.
Y el mayor secreto de todos es que Henrietta no es la elegida. Aun así, debe representar su papel para mantener a salvo a su amigo Rook.