Estaba lloviendo cuando llegué a casa. Las paredes de mi habitación estaban llenas de fotos de gatos, colgadas en marcos elegantes justo debajo del techo. Cuando su madre emigra a China por motivos de trabajo, Chizu, una joven de veinte años, se muda con Ginko, una pariente lejana y excéntrica de setenta y uno. Se instala en una habitación en su casa destartalada de Tokio, donde la acompañan los dos gatos que habitan allí y el traqueteo persistente de los trenes que pasan cerca.