Abel quiere un amuleto que lo proteja, como la cadena con una cruz que usa su amigo Chirris. Para conseguirla, debe salir de su colonia, Los Viveros, e ir a Las Vías, donde podrá comprarla. Allí conoce a Chipi, un niño que vive en los vagones. Se hacen amigos y, poco a poco, la desigualdad entre sus mundos se hace evidente.