«Diabólico, trepidante y muy divertido». Paula Hawkins, autora de La chica del tren Joe quiere dejar atrás sus días entre rejas, la superficialidad de Los Ángeles... y a ciertos monstruos.
Ahora abraza la naturaleza, los placeres simples en una acogedora isla al noroeste del Pacífico. Por primera vez en mucho tiempo, puede limitarse a respirar.