Rafael Bernal desconcierta y abruma, sorprende, fascina e intimida; levanta ampollas ideológicas e irrita a los afligidos por la ansiedad clasificatoria. ¿Dónde depositarlo? ¿Cuál es su nicho en el camposanto de las letras mexicanas? Muchos quisieron darle sepultura lejos de los altos mausoleos, algunos incluso lo habrían condenado al olvido, mas el viejo fantasma se resiste a los entierros y las amnesias.