La tierra ya ha sido preparada para la siembra y la familia de Simón y Ursel espera ansiosa la cosecha. Pero al constatar que los gorriones insisten en comerse las coles, deciden armar un espantapájaros para que vigile la cosecha, sin sospechar que este adquirirá vida propia. Desde su quietud en el huerto, Tomás Espantapájaros mirará el mundo con la emoción de quien lo descubre todo por primera vez y deseará con todas sus fuerzas llegar a aquellos lugares que su mirada no alcanza.