El interiorismo tiene como misión fundamental convertir un espacio común en un espacio memorable que facilite una experiencia confortable y que regocije al mismo tiempo todos nuestros sentidos. Si bien la arquitectura tiende a configurar un espacio de manera general, son los detalles decorativos los que cumplen con la misión de condensar e hilvanar todas las cualidades del diseño a través de la sutileza de una escala menor, más pequeña y depurada.