El mundo de Carlota oscurece cuando sus padres se divorcian y tiene que abandonar la casa donde vivió desde niña. Además debe repetir un grado de la escuela y hacerse cargo de sus hermanos mientras su madre está deprimida y su padre inicia una nueva vida. Sin embrago, los días de Carlota vuelven a brillar cuando conoce a Carlo, un chico recién llegado de Italia. A su lado descubre que la felicidad también puede ser una elección.