En esta obra se busca demostrar que Marx y Engels estuvieron profundamente preocupados por los daños que la explotación capitalista ocasionaba a la salud de la clase obrera. Sus estudios sobre la explotación no se realizaron de manera abstracta, sino que observaron las repercusiones concretas de las condiciones de trabajo y de vida impuestas por el capitalismo a la salud del proletariado: más enfermedades, accidentes y muertes y reducción de la vida del obrero.